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Vínculos de Cuba y México

Fayad Jamis Bernal entre fuegos y pasiones

Fayad Jamís
Fayad Jamis

Por Andres Castillo Bernal

El 28 de octubre de 1930 el matrimonio libanés-mexicano conformado por Yunes Jamis y Concepción Bernal, ella de Ojocaliente, Zacatecas, no podían imaginar que el niño que llegaba al mundo entonces seria un famoso pintor y poeta. Menos, que se formaría en una Isla del Caribe: Cuba, a la que muchos años después representó como Consejero Cultural en el país donde nació: México.

Un Niño de 6 años llega a Cuba: Fayad Jamis Bernal 

En busca de información para elaborar un corto para el cine y la televisión mexicana y cubana, llegamos a Ojocaliente y Chihuahua a entrevistar a familiares de Fayad. Aquí tuvimos el privilegio de conocer a su tío Roberto Bernal, y a varios primos. En Chihuahua, a su hermano Mústafa, quien recordó momentos de su estancia en Cuba, invadido siempre por la emoción, la nostalgia y su cariño a Fidel y la Revolución. Contó de su identificación con su hermano y la dedicación de este a la poesía y la pintura. Afirma como aun no se le borra de la mente, cuando lo vio dibujar la cara del Cristo que acompaña este trabajo. Igualmente mostró una pintura que le hizo a su cuñada, es decir a su esposa y el boceto de una muchacha, Elenita, que estaba en la Embajada de Cuba, en México, entre 1972-1984, cuando el fue Consejero Cultural.

Su tío abuelo, Roberto Bernal, hablo de la afición de Fayad por los gatos, los que aparecen muchas veces reflejados en los sobres que pintaba, y en muchos de sus originales que se encuentran en la Galería de Arte Oscar Fernández Morera en la ciudad de Sancti Spiritus, donde estudio en la Escuela Básica Superior.

Sus progenitores, llegaron a La Habana, Cuba con sus dos primeros hijos Fayad y Mustafa en 1936, recorriendo distintas ciudades de la antigua provincia de Oriente y Camaguey, hasta establecerse en 1943, en el pueblo de Guayos y mas tarde en Sancti Spíritus, al centro del país.

Allí comienza a desarrollar su arte de escribir y dibujar, y por las noches recibe clases de taquigrafía y mecanografía.En, 1949, en Guayos aparece su primer libro de poemas, Brújula, editado en la imprenta de Wilfredo Rodríguez, y vendido por suscripción con anterioridad para poder pagar el costo de producción. El 5 de octubre de ese año marcha a La Habana y se instala en Reina 153 , altos de el estudio MORÉ (una buhardilla). Lo acompañan el pintor Guido Ilinós y los poetas Rolando Escardó y José Álvarez Baragaño, entre otros. Comienza una segunda etapa de su vida e inicia estudios de pintura en la Academia San Alejandro.

Fayad Jamís Bernal

Fayad habla de Fayad

Fayad nos dice que sintió al llegar a Paris. Sus confesiones, me hacen suponer que entonces empezó a nacer el Fayad revolucionario.

“Mi llegada a París significa que empiezo a descubriralgo nuevo para mi. Empiezo a ver libros de política en las vidrieras, libros que en Cuba nunca había podido ver. Yo sabíalo que eran, por ejemplo, las obras de Marx, en fin los libros principales de la ideología revolucionaria y del proletariado, pero casi nunca habían estado en mis manos. Y cuando había visto alguno, había sido un poco escondido. No los encontraba en Cuba entonces en ninguna librería. (…)

Los que estaban exiliados con el, afirma Fayad… “hablábamos de política, incluso llegamos a tener un circulo de estudios en los años 50 (…) empiezo a tener verdadera información fragmentaria de lo que ocurría en Cuba, pues mientras vivía allá tenia pocas noticias, pocos vínculos con gente interesada en el proceso”.

Fayad en Francia

Su situación económica, casi de penuria, como la de otros muchos cubanos le obliga a abandonar el país. Va a París donde no resuelve pero escribe maravillosos poemas. Concibe sus libros Los párpados y el polvo, que reflejan momentos de sus difíciles años en la capital cubana; La pedrada, textos enérgicos y tiernos, y Los puentes, intenso testimonio poético de su existencia en París.

Al triunfo revolucionario regresa a Cuba, su patria. Su labor intelectual se multiplicó, sus amigos espirituanos y no espirituanos lo recuerdan incansable, como lo veía su hermano Mustafa, siempre haciendo bocetos de futuras pinturas o escribiendo. Su permanente quehacer lo llevo a ocupar planos estelares en la vida intelectual de Cuba, sin deslindarse del proceso revolucionario el cual asumió en todas sus dimensiones. Su libro Por esta libertad, premio de poesía del Concurso Casa de las Américas, en 1962, es una expresión de su amor a la Patria. También desarrolla una intensa y rica labor como periodista, traductor, pintor, editor y diplomático.

En una entrevista realizada por el periodista Enrique Ojitos del Diario Escambray, a Roberto Fernández Retamar, director de la Casa de las Américas en Cuba, este afirmó: Fayad fue siempre un poeta fiel a sus circunstancias. No hizo el elogio de la escasez, extrajo de la escasez poesía, y luego del triunfo de la Revolución sumó su voz a las que saludaron el magno acontecimiento. Es importante que un poeta como él, que había alcanzado una voz propia, no temiera a enfrentar los temas de la inmediata circunstancia, como lo hizo en Por esta libertad. No todos los poemas de ningún libro, ni de él ni nadie, tienen la misma calidad; sin embargo, hay poemas perdurables en ese libro (…) era un escritor en perpetua creación, y no hay que olvidar su condición de gran pintor.

Ver recopilación de textos de amigos de Fayad Jamis publicados en la Revista cubaliteraria

Fuente: La Jornada / cubarte.cult.cu
Fotos: La Jiribilla



2 Comentarios en “Fayad Jamis Bernal entre fuegos y pasiones

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