Inicia en Cuba el Registro Previo al Censo de Población y Viviendas

La Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) acaba de dar el primer paso hacia lo que será uno de los operativos más grandes —y también más importantes— que realiza un país: el Censo de Población y Viviendas.
Por ahora, no se trata aún del censo en sí, sino del Registro Previo, también conocido como pre-Censo. Y aunque suene a una etapa técnica o lejana, la verdad es que nos toca a todos, porque es el comienzo de un trabajo que busca saber cómo y dónde vivimos los cubanos, qué recursos tenemos cerca, qué falta, y qué se puede mejorar.
¿Qué se está haciendo exactamente?
Durante estos meses, equipos de trabajo recorrerán barrios, municipios, zonas rurales y ciudades para actualizar la base de datos sobre viviendas, centros de trabajo, servicios y espacios públicos.
No es solo una visita de rutina. Imagínate a los trabajadores sociales anotando si un local es una tienda en funcionamiento o si está cerrado desde hace meses, si en una vivienda vive una familia grande o si está vacía desde hace tiempo.
Visitarán hospitales, policlínicos, bodegas, restaurantes, escuelas, parques, industrias, mipymes… En fin, todo lo que forma parte de la vida cotidiana de la gente. Y en cada vivienda que toquen, querrán saber cuántas personas viven ahí y quién está al frente del hogar. Nada más. Si la casa está deshabitada, simplemente anotarán de qué tipo de lugar se trata.
Esta vez, la tecnología va con ellos
Y es que por primera vez en Cuba, este proceso no se hace con papel y lápiz. Los datos se están capturando con dispositivos móviles especiales, que incluyen GPS y herramientas de georreferenciación. Esto no es solo un avance moderno: significa que ahora la información estará ubicada con precisión sobre el mapa, lo cual ayuda enormemente cuando hay que decidir, por ejemplo, dónde construir una escuela o reforzar una bodega.
Además, todo esto permite menos errores, más rapidez y un uso más eficiente de los recursos.
¿Y después qué pasa?
Una vez que termine esta etapa previa, viene un ensayo general. Así como en el teatro, se hace una especie de simulacro: se prueba el sistema, se mide cuánto tarda, se evalúa qué tan fluido es el proceso.
Diego Enrique González Galbán, quien dirige el Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE), explicó que diez meses después del ensayo se conocerán los resultados. A partir de ahí, con los ajustes necesarios, ya se podrá hablar del inicio oficial del Censo.
¿Cuándo será el Censo?
Todavía no hay una fecha definitiva, pero la ONEI avisará a tiempo. Lo cierto es que han pasado más de 12 años desde el último censo nacional —fue en 2012—, y muchas cosas han cambiado desde entonces.
Hay nuevos barrios, más construcciones, familias que emigraron o se mudaron dentro del país, personas mayores que viven solas… Todos esos cambios hay que contarlos para saber en qué punto estamos y hacia dónde vamos.
¿Y por qué es tan importante?
Porque de estos datos salen decisiones reales. No es solo una cuestión estadística. El censo ayuda a:
- Planificar mejor las rutas de transporte.
- Detectar zonas con problemas de hacinamiento o sin servicios básicos.
- Diseñar políticas para la tercera edad, la infancia o las familias en situación vulnerable.
- Entender cómo envejece la población, cómo se mueve la gente de un municipio a otro, cuántos somos de verdad.
Como ves, no es poca cosa.
¿Qué debes tener en cuenta si tocan a tu puerta?
- Los encuestadores están acreditados y la visita es breve.
- No te pedirán documentos ni datos personales sensibles.
- Solo quieren saber cuántas personas viven ahí y quién es el jefe o jefa del hogar.
- Si la vivienda está vacía, igual registrarán el tipo de inmueble.
La colaboración ciudadana es clave. Mientras más confiable y completa sea la información, mejores decisiones podrán tomarse. Así que, si puedes, dedica un momento a responder y apoyar esta tarea que, en el fondo, también es por ti, por tu familia y por tu comunidad.