Centro Asturiano de La Habana. Museo de Bellas Artes
El primitivo edificio del Centro Asturiano de La Habana ocupaba parte de la parcela actual; destruido por un incendio en 1918. Y en 1927 (Arquitecto asturiano Manuel del Busto) se inaugura su nueva sede, edificio que hoy recibe las colecciones de arte universal del Museo Nacional de Bellas Artes.
El Palacio del Centro Asturiano fue diseñado por el arquitecto Manuel del Busto y abrió sus puertas en 1927, con el fin de servir como sede de la asociación del Centro Asturiano de La Habana, cuya anterior sede había sido destruida por un incendio en 1918. La asociación, fundada en 1886 se dedicaba a proporcionar ayuda mutua y asistencia a los miembros de la comunidad asturiana en Cuba. El proyecto fue seleccionado por medio de un concurso del cual Busto salió ganador y la construcción comenzó en 1924.
De estilo ecléctico, el palacio es uno de los edificios más representativos de la arquitectura republicana en Cuba. Sobresalió en su tiempo, tanto por las técnicas de construcción empleadas (en particular la estructura de acero, cubierta de piedras, tejas y losas de concreto) como por los materiales utilizados en el acabado: mármoles de Italia, España y Estados Unidos, carpintería de caobas cubanas, vidrieras importadas de Madrid, y lámparas decorativas en bronce, con cristal de Bohemia. Mariano Miguel dirigió la realización del gigantesco vitral que decora la bóveda.
Después de la Revolución cubana, la propiedad fue incautada y se convirtió en la sede de la Asociación de Amistad Cubano-Española. Luego sería el Palacio de Pioneros (centro de educación) y el Tribunal Supremo. Finalmente desde el año 2001, sirve de sede a las colecciones de arte universal del Museo Nacional. El palacio tiene 15.054 m² de área, con 4873 m² para el área de exposición.
El “palacio devenido museo”
Es el resultado de un importante trabajo de transformación y restauración en el que, a la vez que se ponen en valor espacios representativos y significantivos del edificio y su arquitectura, otros se convierten en ámbitos arquitectónicos y museográficamente adecuados a la exhibición de importantes conjuntos de obras.
Una tercera parte de superficie total se dedica a la exposición (más de 4800.0 m2) de unas 700 obras representativas de las siete escuelas tradicionales europeas (Alemania, Flandes, Holanda, Italia, España, Francia y Gran Bretaña), organizadas en conjuntos coherentes, lo que constituye una particularidad del museo cubano respecto a otras instituciones de la región. Tratamiento y despliegue excepcional recibe la colección de Arte de la Antiguedad (colección Conde de Lagunillas) integrada por 666 piezas del Asia Anterior, Egipto, Grecia, Etruria y Roma y que incluye el excepcional conjunto de cerámica griega.
Se presentan, por primera vez, valiosas obras de pintura estadounidense (S. XIX), latinoamericana y de arte contemporáneo, así como un conjunto de una treintena de obras de la preciada técnica japonesa Ukiyo-e.
Fuente: Wikipedia / Museo Nacional de Bellas Artes
Fotos: ceosgol