Edificio Bacardí
Este edificio fue mandado a construir por la Compañía ronera Bacardí S.A. para establecer su sucursal en La Habana. El proyecto ejecutado perteneció a los arquitectos Rafael Fernández Ruenes, Esteban Rodríguez Castell y José Menéndez. Se considera uno de los mejores ejemplos del estilo Art Decó en nuestra ciudad. Su construcción finalizó en 1930, estando considerado en la fecha la estructura más alta de esta céntrica zona de la ciudad.
Se levantó vistoso en la esquina formada por las calles Monserrate (hoy Avenida de Bélgica) y San Juan de Dios, en parte de los terrenos que pertenecieron al antiguo Reparto Las Murallas. Fue construido utilizando materiales sólidos y duraderos, con estructura de acero y hormigón. Como material decorativo se empeló en sus fachadas el granito natural, terracota y ladrillos prensados. En su maciza volumetría, el cuerpo central se va escalonando en su ascensión hasta llegar a la torre que lo identifica, sobre la cubierta de la misma a cuatro aguas se ubicó el murciélago en bronce, apoyado en un poliedro de vidrio con armadura de metal que se iluminaba desde dentro en las noches.
La planta de acceso se decoró exteriormente con mármol de color rojo vino, como símbolo de las mieles roneras. En los pisos superiores se utilizó loseta de gres cerámico de color amarillo brillante, representando a los rones blanco-dorados que le dio a la prestigiosa firma fama internacional. La planta alta y la torre central muestran un cuidadoso diseño de tejas policromadas que alternan franjas azules y de color pardo, con paneles decorados.
Las excelencias de los espacios interiores se concentraron en la planta baja y el entresuelo. Un portal pequeño daba acceso al vestíbulo y a su derecha se ubicó el salón de exposiciones, ricamente decorado con pilastras de capiteles dorados, vigas de sección escalonada y lámparas de anguloso diseño. En este asoman los vanos del entresuelo donde se hallaba el bar para invitados, enchapado en madera y con estilizadas palmeras en la puerta de los baños. El resto del edificio fue arrendado a diferentes empresas y compañías radicadas en nuestra ciudad.
Con posterioridad al Triunfo de la Revolución y las leyes de nacionalización llevadas a cabo por nuestro gobierno, las compañías extranjeras radicadas en nuestro país lo abandonan. El edificio Bacardí continuó desempeñando como edificio de oficinas. A finales de la década del 90 la Oficina del Historiador de la Ciudad lleva a cabo la restauración del mismo. En la actualidad continúa desempeñando como edificio de oficinas de esta institución.
Fuente: http://www.habanaradio.cu
Fotos: Francis Mariani, projectkevp