Rincón de Cuba

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Plaza de Armas

Es la plaza más antigua de La Habana. En el siglo XVI era el corazón de la ciudad y el capitán general de la isla asistía a las festividades desde el balcón de su palacio. Fue abandonada después de la independencia y restaurada en 1935, de acuerdo con antiguos grabados. Cuatro miraguanos, cuatro palmeras reales y cuatro fuentes rodean la estatua de Carlos Manuel de Céspedes. La Plaza de Armas, provista de bancos de mármol y en la que hay libreros de lance, es una de las más agradables de la Habana Vieja. Rodeada por magníficos edificios coloniales.

Al Oeste se yergue el Palacio de los Capitanes Generales. Construido en 1776 por orden del gobernador de Cuba de la época, el marqués de La Torre, constituye uno de los más hermosos ejemplos de la arquitectura barroca de La Habana. En 1902, entre sus paredes se proclamo la republica y se convirtió en palacio de la presidencia de la Republica hasta 1920.

El patio es una belleza, adornado con plantas y una estatua de Cristóbal Colon. En el primer piso se abre el Museo de la Ciudad, desde donde podrá admirarse la primera estatua de bronce hecha en Cuba, en 1630, la Giraldilla, símbolo de la ciudad, copiada de la de Sevilla y que hoy adorna las etiquetas del famoso ron Habana Club. El museo recuerda la historia de la ciudad, a través de pinturas, uniformes, un mobiliario de extremada riqueza.

En la esquina Noreste de la plaza se levanta el Castillo de la Real Fuerza, primera fortaleza construida en Cuba. En lo alto de la torre de estilo morisco se ve la famosa veleta, la Giraldilla; es una copia. La verdadera, que está en el museo, fue fundida como homenaje a doña Inés de Bobadilla, esposa del gobernador Hernando de Soto, romántico explorador que busco durante toda su vida la fuente de la Juventud. Murió en 1542, sin haberla encontrado, pero doña Inés siguió esperándole mucho tiempo después de su muerte, en la que no creía, desde lo alto de esta torre, escudriñando el mar.

En el lado Este de la plaza, el Templete es, como su nombre indica, un pequeño templo neoclásico construido en 1827 para conmemorar la fundación de la ciudad y la primera misa celebrada en 1519. En su interior se exponen telas de un alumno de David, Jean-Baptiste Vermay, que representan precisamente esta histórica misa. No lejos del Templete podrá admirarse el magnífico Hotel Santa Isabel, en reconstrucción, que fue antaño el palacio Santovenia, donde el célebre conde del mismo nombre celebraba suntuosas fiestas.

El Palacio del Segundo Cabo esta situado en el lado Norte de la plaza. Construido entre 1772 y 1776, fue sede del Congreso de 1902 a 1929 y alberga hoy dos editoriales vinculadas al ministerio de Cultura.

No lejos de la plaza de Armas, el palacio del marqués de Justiz de Santa Ana (en la esquina de las calles Baratillo y Justiz) es uno de los más antiguos palacios de la ciudad. Esta adornado con magnificas decoraciones moriscas. El palacio de don Gaspar Riberos de Vasconcelos (en la esquina de las calles Obrapía y San Ignacio) por su parte, se construyo en 1637. Forma también parte de los monumentos más antiguos de la ciudad.

Fuente: www.paseosporlahabana.com

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