Jorge Zamora Montalvo «El Zamorita»
Jorge Zamora Montalvo, Zamorita, nació un 19 de abril de 1928, en el barrio de Los Pinos, en El Vedado, La Habana, Cuba. Creció atraído por el deporte (el beisbol), la música y la actuación. La responsabilidad y la necesidad lo obligaron a trabajar desde los ocho años. «No me puedo quejar, entonces jugaba con mis amigos en un camión que estaba abandonado, ahí hacíamos un teatrito… y así fui creciendo».
Recuerda su juventud en la isla, los primeros años en México y el paso por decenas de centros nocturnos, casas de cita, películas y la cantidad de comediantes con los que trabajó. Compositor, actor, bailarín, ha sido por mucho tiempo un agradable punto negro en la comedia mexicana.
»El mundo no era tan corrupto ni había tanta maldad como ahora; tal vez era para mí de esa forma porque entonces uno era inocente en muchas cosas. Eramos (sus amigos y él) tranquilos y nos la pasábamos bien: íbamos a los ríos, hacíamos esas cosas que de niño uno hace, pero ante todo, el respeto y el trabajo eran lo más importante para nosotros».
»Yo conocí México por José Antonio Méndez y porque fui amigo de Tin Tan, quien un día me dijo que cuando fuera a México lo buscara, así lo hice y me quedé aquí. Llegué como compositor y actor».
Como una máquina del tiempo, el compositor del chachachá Señor juez, A esconderse que ahí viene la basura y Bómboro quiñá quiñá se transportó a la etapa final de los cincuenta en México y a la vida nocturna que entonces se vivía: «Era una época económicamente muy buena y la más grande artísticamente; me acuerdo que desde el Tío Sam hasta Santa María la Redonda todo era una fiesta, tanto de día como de noche.
«Al igual que todos en esos años, yo frecuentaba los centros nocturnos que estaban de moda, como el Waldorf Astoria o el Prado Floresta, y la gran cantidad de pistas de baile que había: el Swing Club, El Gran Vals y el Azteca; al final era costumbre amanecer en La Bola, pues era un lugar festivo en el que todos los artistas ahí nos reuníamos».
De las figuras urbanas de entonces recordó, entre otras, a Graciela Olmos, La Bandida, de quien dijo nostálgico: «Era alguien a quien todos debemos agradecer y recordar como una gran señora. Era como una madre para todo el ambiente artístico. Su casa era la bohemia. Iban muchas celebridades, tanto de la política como del arte; el ambiente que ahí se vivía era muy bonito, no había maldad como se piensa, incluso había gente que se pasaba días jugando.
»Muestra de lo anterior es que algunos de ellos dejaban gran parte de su fortuna, y la señora, en un momento dado, los vestía, los alineaba por la derecha y les echaba un quinientón en la bolsa… Era una señora fuera de serie.
«De ahí la casa de citas de La Bandida salieron figuras como Marco Antonio Muñiz, José Antonio Méndez, Beny Moré, Mario Rivera Conde, Colo Cora y muchos otros cancioneros y actrices; a estas últimas no las puedo recordar porque había muchas y ya ve que… calla y en su rostro se dibuja una sonrisa pícara y sin memoria ahora sólo recuerdo a la señora Estrella Newman. Gran cantidad de personas célebres pasaron por ahí, pues era necesario hacerlo para darse a conocer».
También habló de Dios y de lo que le diría. »Le daría gracias por lo que ha hecho por la humanidad y le pediría que nos siga cuidando como hasta hoy, que nos lleve por el camino del bien, que me ayude, me dé vida y, si soy un pecador, me perdone».
Fuente: La Jornada
Fotos: Internet, Vilchis (American Salsa)
Gracias por ser tan auténtico me hubiera gustado saludarte el día 15 de julio en la Perla de la Obrera pero saludarte a mi hijo y nieto mi nieto me comento que te vio y eso me emocionó
DIOS te siga llenando de bendiciones
Excelente y mis felicitaciones por la trayectoria artística.
bendiciones hoy y siempre. Salmo 1.