La bomba atómica de los escenarios: Amalia Aguilar
“Quiero a México ya que es donde vivo; Perú es en donde me casé y Cuba es mi tierra de nacimiento”, aseguró Amalia Aguilar, una de las primeras diosas cubanas de la rumba, quién conquistó durante varios años al cine mexicano con su belleza, figura y exuberantes bailes, convirtiéndola en la “La bomba atómica” de los escenarios.
En entrevista para Filmeweb la mujer de la cintura bien formada, nos remonta a sus años gloriosos, que se centran en la década del 40, con grandes éxitos como: “La pervertida”, “El caimán”, “Calabacitas tiernas”, “Las viudas del chachachá” y “las cariñosas”, por mencionar algunas de las películas que filmó.
“Ahora peso 58 kilos, mis caderas están firmes y en su lugar. No me he dejado engordar, y mis piernas siguen torneadas”.
¿Cómo es su llegada a México, después de haber tenido bastante éxito en Cuba?
“Todo fue (se pone sería e inicia a tronar los dedos de la mano derecha para recordar), gracias a Julio Richard cuando llegó a ‘Panam’ para buscar una pareja y llevársela a México. Él era amigo de ‘Cantinflas’ desde La Habana. Yo salí cantando y bailando ‘Babalú’, y en ese momento él se levanta y le pregunta por mí a mi padre Oscar. Él aceptó la oferta y, en pocas palabras, llegamos y triunfamos aquí”.
Ya en México estando en el teatro y el cabaret pasa a la radio. ¿Cómo es que se dio esa oportunidad en su vida?
“Cuando debuté con Richard, estábamos trabajando cerca de la calle de Ayuntamiento, en el Centro, y un día estando en la XEW conocí a Don Emilio Azcárraga Villaurreta y nos llevó para presentarnos en el gran teatro que tenía. La gente nos iba a ver, pero poco a poco todo fue decayendo”.
¿Después de un glorioso momento en su vida, porque se quedaron sin trabajo?
“Es verdad, varios meses nos quedamos sin trabajo. Mis padres se preocuparon por ello, tanto que fueron a empeñar mis abrigos y pequeñas prendas al Monte Pio, ya que también, días antes, me habían robado algunas cositas, mientras yo bailaba”.
¿Tiene algunas anécdotas que estén fuera del baile y la actuación?
“Don Miguel Alemán Valdés, quien ya era Presidente, realizó una comida para los artistas. Se me acercó y me dijo ‘¡Quiero bailar contigo!’. Ese gran personaje de la política lo hizo con una sencillez y admiración ante mí que todos los presentes se quedaron viendo. Entre ellos estaban el ‘Indio’ Fernández, Columba Domínguez y Emilia Guiú”.
¿Considera que su fama volvió, gracias al haber actuado junto a “Tin Tán”?
“Yo ya había participado, en Estados Unidos, en una producción de 1947 que se llamó ‘A night in the Follies’, en donde hablaba de mujeres, bailes y espectáculos.
“Pero mi regresó a México, me llevó a ‘Tin Tán’ en la película ‘Calabacitas tiernas’, pero deja te comparto una anécdota. Una escena importante de esa película era la del beso.
“¡Ay, Dios mío!, él me metía la bocota tan grande que tenía donde quería, porque a veces en el script decía otra cosa diferente a un beso, pero cuando menos te lo imaginabas, te agarraba, te metía un beso lleno de saliva… ¡era candela, chico, era candela pura!”.
¿Por qué se alejó del cine si tenía éxito?
“Porque decidí hacer una familia. Salí muy paridora, tuve cuatro hijos. Me invitaban a participar pero no era lo mismo. Regresé a finales del setenta, actuando en el teatro ‘Blanquita’, haciendo pareja con ‘Resortes’ y Rosa Carmina.
“En el momento que pisé el escenario me sentí giganta, aunque segundos antes casi me mataban los nervios, por la responsabilidad que merece el público es enorme ya que bailo para ellos”.
¿Cómo le hizo para alejarse de esas rivalidades profesionales y bellezas que sólo querían ser el número uno?
“Yo era muy tranquila. Sólo trabajaba y no me metía con nadie. A mis amigas rumberas y bailarinas las quiero, es lo único que te puedo decir. Pero aún cuento con amistades, entre ellas Irma Dorantes”.
¿Cómo describiría a México del ayer al de ahora?
“Yo recuerdo a México por los churros y el chocolate caliente del ‘Moro’, así como sus mariachis que me traen recuerdos inolvidables. Recuerdo las noches en que la gente salía y se ponía a bailar, a caminar sin preocupación alguna. Que te digo, todo ha cambiado y no es lo mismo. Ahora recordar es vivir. Pero con México estoy muy agradecida”.
Tomado de: Filmeweb
Pregunto si todavía vive amalia aguilar y en que ciudad siempre que pasan su peliculas las veo con agrado